La pandemia del COVID- 19 ha causado grandes trastornos en la vida diaria de los niños y adolescentes y se han visto realmente dañados por estos cambios. Aunque muchos están emocionados por regresar a la escuela, otros se sienten abrumados o asustados. A continuación tenemos algunos consejos le pueden ayudar a su hijo a controlar algunas de las emociones que puedan presentar al momento de regresar a clases.
¿Cómo ayudar?
En circunstancias normales, especialmente durante una pandemia mundial, el comienzo de la escuela o el nuevo año escolar puede ser estresante. Puede ayudar a su hijo a mantener la calma hablándole abiertamente sobre las cosas que le preocupan y haciéndole saber que es natural estar nervioso. Los niños pueden sentirse nerviosos o reacios cuando regresan a la escuela, especialmente si han estado estudiando en casa durante varios meses. Por ejemplo, puedes explicar algunos de los cambios que se pueden encontrar en la escuela, como la necesidad de usar algún tipo de equipo de protección, como el uso continuo de cubrebocas y gel antibacterial. Además, también les resulta difícil mantener la distancia física de sus amigos y maestros en la escuela, por lo que puede alentarlos a considerar otras formas de conectarse con ellos y mantenerse en contacto. Tranquilice a su hijo hablándole sobre las medidas de seguridad tomadas para ayudar a cuidar la salud de los estudiantes y maestros, y recuérdale que él o ella también puede ayudar a prevenir la propagación del virus al toser o estornudar en el codo y lavándose sus manos con jabón. Recuérdale a su hijo el lado positivo; por ejemplo, podrá conocer a sus amigos y a su maestro (si regresa a la escuela presencialmente), y seguirá aprendiendo cosas nuevas.
El retorno a clases será de forma paulatina y esto podría causar cierto nerviosismo por no tener los mismos compañeros. Cuando llegue el comunicado del regreso a clases presenciales de manera oficial, apoyarlo a prepararse, brindándole seguridad.
Adviértale de la posibilidad de que las escuelas tengan que cerrar de nuevo, esto los ayudará a tomar conciencia para el periodo de adaptación. También es importante recordarles que la educación puede ser en cualquier lugar, ya sea en casa o en la escuela.
Mantenga siempre supervisado el acceso a internet; los juegos virtuales, redes sociales y programas de videoconferencias pueden ofrecerles a los niños excelentes oportunidades para mantener la comunicación, para aprender y para jugar con sus amigos. También puede animar a sus hijos a expresarse por medios tecnológicos, para compartir sus opiniones y ayudar a quienes lo necesitan durante esta crisis.
Puede alentar a sus hijos a sacarle partido a las herramientas digitales que los mantienen despiertos y activos, como los videos de ejercicios virtuales o los videojuegos que requieren movimiento físico. En la medida de lo posible, no olvide mantener el equilibrio entre el ocio por internet y las actividades que no requieren conexión, como, por ejemplo, pasar tiempo al aire libre.
La mejor manera de cuidarlos ante el COVID-19 y de otras enfermedades, es muy fácil, exhórtelo a tener un lavado de manos continuo, usar gel antibacterial, cubrebocas y mantener la sana distancia en todo momento, no tiene hay porque decirlo de tal manera que lo estrese, solo muéstrele las ventajas de mantenerse a salvo. Al entender el por qué de todas estas medidas, hay más probabilidades de que lo hagan. Recuerde enseñar a su hijo a cubrirse la tos o los estornudos con el antebrazo y pedirle que en todo momento te mantenga al tanto de si siente algún síntoma de la enfermedad y su estado de ánimo.
Es primordial mantenerse tranquilo, pero atento en las conversaciones con sus hijos: mantenga una comunicación fluida para saber cómo se sienten. Es normal que durante esta pandemia las emociones cambien constantemente y hay que hacerles saber que esto es totalmente normal.
Dentro de la escuela u hogar, es una excelente idea proponer actividades creativas, como juegos de mesa, alguna actividad que tenga que ver con las artes, etc., para que puedan expresarse y comuniquen sus emociones negativas por las que están pasando y se sienta con la confianza de expresarlo en un ambiente seguro. Esto les ayudará a expresar su enojo, tristeza o miedo de una manera positiva.
Hay que recordar que los más jóvenes de la casa copian la forma de reaccionar de los adultos con los que convive comúnmente, es importante que esos adultos mantengan controladas sus propias emociones y estén tranquilos, escuche las preocupaciones y miedos de sus hijos, conversar con gentileza, para mantener un ambiente de tranquilidad.
