Es común observar que una relación inicia con amor y posteriormente se puede convertir en algo tóxico o perjudicial para alguno de la pareja afectando así el sistema. Existen algunas causas que lo pueden generar.
Cuando la relación se vuelve monótona y se pierde el entusiasmo, la complicidad, los detalles y se cae en una rutina aburrida y sin sentido.
También cuando alguno de los dos entra en la esfera de la obsesión y control sobre del otro. Muchas veces es causa de celos o necesidad de control o alguna expresión de violencia.
Cuando los conflictos nos se expresan de manera adecuadamente, comienza a afectar la intimidad de la persona, como lo menciona Stemberg en su pirámide del amor. Se afecta el amor, la intimidad, los deseos, proyectos y encuentros.
Si te encuentras en alguna de estas situaciones, te recomendamos establecer nuevos compromisos con tu pareja, identificar si ambos desean continuar con la relación. De ser así, es necesario escribir qué espero de mí en esta relación y qué me gustaría recibir de mi pareja. Cuando haces un compromiso, estás tomando la decisión de amar a la otra persona y trabajar juntos para reparar su rutina, sus muestras de amor y expresión de lo que pudiera incomodarlos.
Otro componente importante a desarrollar es tu pasión, es decir, los motivos y actitud que te hace mantenerte unido a tu pareja, así como la pasión sexual que también es importante recuperar. Vivir con pasión en tu relación significa mantener un alto nivel de amistad, complicidad, sensualidad y erotismo con tu pareja de manera libre y sana.
La falta de amor se produce por la ausencia de estos tres componentes y su combinación genera a su vez que el amor de la pareja se consolide.
Cuando estamos tan inmersos en una relación tóxica, es posible que no podamos percibir que ya nos encontramos ante la presencia de conductas delictivas que de a poco van mermando nuestra salud física y emocional.
La violencia familiar es uno de los delitos más comunes que se presentan en este tipo de relaciones, esta incluye desde la violencia psicológica (prohibiciones, coacciones, condicionamientos, insultos, amenazas, celotipia, indiferencia), sexual (cuando se obliga a la víctima a realizar actos sexuales sin su consentimiento), física (cuando hay golpes, empujones o agresiones físicas más fuertes), patrimonial (daño a bienes muebles o inmuebles, destrucción, desaparición, ocultamiento o retención de objetos, documentos personales) y económica (limitaciones encaminadas a controlar sus ingresos o percepciones económicas).
Dentro de las relaciones de noviazgo también suele darse este tipo de violencia que jurídicamente se considera como violencia familiar equiparada.
Este tipo de conductas son sancionables, por lo que te sugerimos acercarte al PAP para recibir orientación legal y acompañamiento emocional.
Finalmente, te compartimos que, el Instituto Nacional de las Mujeres creó el “Violentómetro”, que es una herramienta para darnos cuenta de la importancia de poner atención a estos actos antes de que ocurran situaciones que lamentar y aunque se diseñó para ayudar a prevenir la violencia contra las mujeres, puede aplicar para ambos sexos cuando la relación se torna tóxica.
Aquí, te compartimos la liga para que puedas descargarlo:
https://www.gob.mx/inmujeres/articulos/violentometro-si-hay-violencia-en-la-pareja-no-hay-amor-234888?idiom=es
Directora de servicios clínicos del Programa del PAP
Directora Corporativa de Servicios Legales y Nom.035 del Programa del PAP