La violencia es el comportamiento deliberado de una o más personas contra otra u otras personas, que probablemente cause daños físicos y/o psicológicos, e incluso la muerte.
Los niños no nacen “malos” y no están destinados a ser violentos. Existen factores de carácter social, psicológico y genético que pueden influir en el desarrollo violentos de comportamientos.
Algunos factores que influyen son:
- Humillaciones, gritos, insultos, golpes, burlas, etc. de los adultos hacia los niños.
- Formas de disciplina abusivas y humillantes.
- Supervisión inadecuada por parte de los padres y otros adultos.
- Falta total de refuerzos positivos (abrazos, elogios, etc.).
- Exposición continua a imágenes violentas a través de la TV, vídeos, redes sociales o videojuegos.
- Acceso sólo a "juguetes agresivos” (pistolas)
- Un niño que actúa con violencia:
- Es un niño angustiado
- No tiene la habilidad para manejar sus sentimientos y expresarlos de forma saludabl
- Carece de habilidades de control de impulsos y de solución de problemas.
Qué hacer ante los comportamientos violentos de mi hijo(a)
- La forma en que los padres reaccionan cuando su hijo(a) arremete con violencia tiene un efecto importante.
- Reforzará que el niño(a) siga respondiendo a su angustia de manera violenta o aprenderá mejores formas de manejar sus sentimientos de manera que no se vuelvan abrumadores .
Ante los comportamientos violentos de tu hijo(a) puedes recurrir a los siguientes consejos prácticos
- Mantén la calma. Si te mantienes calmado y en control de tus propias emociones, puedes ser un modelo para tu hijo(a) y enseñarle a hacer lo mismo. Tomar unas respiraciones o hacer una pausa puede ser muy útil.
- Supervisa el contenido que tu hijo(a) consume a través de la TV, internet, revistas o videojuegos. Recuerda que los niños pueden no tener el criterio para identificar contenidos violentos.
- No te des por vencido(a). No alientes o refuerces los comportamientos violentos al aceptar lo que tu hijo(a) quiere con tal de que se detenga.
- Ayúdale a practicar sus habilidades para solucionar problemas. Cuando tu hijo(a) no esté angustiado(a) puedes preguntarle cómo se siente, qué piensa y que podría hacer para solucionar un problema.
- Elogia el comportamiento apropiado de tu hijo(a). Has un comentario que refleje reconocimiento positivo cuando tu hijo(a) se comporte amablemente, hable en lugar de gritar o golpear, trate de expresar sus sentimientos de forma verbal y calmada, o trate de llegar a un acuerdo con los demás. Puedes decir "Me gusta cuando hablas calmadamente", "Gracias por tratar amablemente a los demás".
- Y lo más importante, trata a tus hijos con respeto y amor. Recuerda que la violencia genera violencia, si actualmente te encuentras bajo situaciones estresantes y te sientes rebasado(a), lo mejor es que solicites ayuda profesional.
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