Estamos viviendo un momento histórico; cuando el coronavirus puso de cabeza al mundo entero. A todos nos ha cambiado la vida de un modo o de otro, poquito o mucho. Hay quienes han tenido que reinventarse por completo: Porque perdieron el trabajo o porque tuvieron que encerrarse en su casa, porque perdieron a un ser querido o vieron en riesgo su propia vida. Así son las crisis, llegan para cambiarlo todo y mostrarnos lo que funciona y lo que no. Son situaciones adversas que no elegimos, pero ocurren, y nos ponen a prueba para que descubramos de una buena vez de que madera estamos hechos.
Tú no pediste esta crisis y yo tampoco, eso no importa. La crisis ya está aquí, y te guste o no, no está en tus manos controlar lo que pasa. Lo que sí importa es lo que tú decidas hacer con lo que está pasando y el significado que tú le des a esta crisis en tu vida. La palabra crisis puede tener varios significados: significa peligro, pero también significa oportunidad, significa problema pero también significa transformación.

Así que, si puedes ser de ayuda para alguien, hazlo. Y si eres tú quien necesita la ayuda, pídela. Unidos somos más fuertes. Por favor sé resiliente. Resiliencia significa: La capacidad que tenemos para superar las circunstancias difíciles y salir fortalecidos. Al regresar a nuestras labores, es probable que enfrentemos miedo; miedo al contagio, miedo a los cambios que vendrán. Debemos cuidarnos mucho y cuidar de los demás. Es probable que hayamos perdido ritmo en el trabajo y necesitaremos recuperarlo rápidamente y con la mejor actitud. La situación es seria, pero será más fácil si la enfrentamos con buen ánimo y humor.
Otro punto importante: Por favor no te angusties, confía. En situaciones como esta, el sufrimiento suele comenzar en la mente, al pensar en las cosas terribles que podrían llegar a suceder. Confía en ti, en tus compañeros, y confía en la vida. Conviértete en parte de la solución y no en parte del problema. Al ponerte en acción sentirás que estás haciendo algo para mejorar, tu mente se calmará y la angustia poco a poco irá desapareciendo.

Comprende las frustraciones, ideas e inquietudes de tus compañeros.
Asegúrate de que se sientan escuchados y apoyados.
Expresa tus ideas o propuestas que ayuden a mejorar.
Crea un ambiente que ayude a comprender fácilmente los cambios.
Comparte la información útil para la empresa y anima a que sea compartida.
Fomenta un entorno de comunicación.
Motiva a tus compañeros a comprometerse con los proyectos y a participar en las mejoras de la organización.
Apoya el desarrollo de la resiliencia en los demás.
Asegúrate de que tus acciones avanzan hacia los objetivos definidos.
Un abrazo.
Psicológico del Programa del PAP