La Organización Internacional del Trabajo (OIT) define el acoso laboral como “la acción verbal o psicológica de índole sistemática, repetida o persistente por la que, en el lugar de trabajo o en conexión con el trabajo, una persona o un grupo de personas hiere a una víctima, la humilla, ofende o amedrenta”.
El acoso laboral o mobbing implica una comunicación hostil e inmoral, que es ejercida de manera sistemática por uno o más individuos hacia un tercero, el cual generalmente queda en una situación de desamparo e indefensión. Estas acciones ocurren al menos una vez a la semana y durante al menos seis meses.
Esta definición excluye conflictos temporales, la distinción entre conflicto y acoso laboral no se centra en lo que se hace o cómo se hace, sino en la frecuencia y duración de lo que se hace.
Debido a la alta frecuencia y larga duración del comportamiento hostil, este maltrato suele ocasionar un considerable sufrimiento psicológico, psicosomático y social, como:
- Ansiedad
- Depresión
- Estrés
- Frustración
- Impotencia
- Fatiga
- Disminución de la autoestima
- Aislamiento
- Desmotivación laboral
- Insomnio
Manifestaciones del acoso laboral
Las formas de expresión de acoso laboral se clasifican de la siguiente forma:
● Medidas organizacionales: designar los peores trabajos, innecesarios o difíciles, no asignar ningún trabajo, presión injustificada, cambios de puesto.
● Aislamiento social: restringir las posibilidades de comunicación, traslado a un trabajo aislado, ignorar, enfrentar o confrontar con otra persona.
● Ataques de la vida privada de la persona: críticas constantes a la vida privada, atribución de fallas psicológicas o de enfermedades, imitar los gestos o la voz de la persona, ataques a las actitudes y creencias, descalificación.
● Violencia física: amenazas de violencia física, maltrato físico.
● Agresiones verbales: gritar o insultar, críticas permanentes al trabajo de las personas, amenazas verbales.
● Agresiones psicológicas: privar de responsabilidades, evaluaciones sesgadas, desvalorizar el esfuerzo o atribuirlo a otros factores o terceros, dramatizar errores pequeños, menospreciar, invitaciones a dejar el trabajo.
● Acercamientos sexuales no deseados: tocamientos no consensuados, enviar o compartir materiales de contenido sexual ofensivo, comentarios o “bromas” de contenido sexual, pedir favores sexuales, tomar decisiones con base en acercamientos sexuales, sean aceptados o rechazados.
● Contacto físico no deseado: palmadas, pellizcos o puñetazos (lo que también puede considerarse como agresión física).
La mayoría de las veces este tipo de comportamientos tienen la finalidad de que la persona renuncie, sea despedida o simplemente trabaje con miedo, frustrada o con desánimo.
¿Qué no es el acoso laboral?
Así como es importante saber qué es el acoso laboral, también es primordial saber qué no es para evitar caer en acusaciones erróneas.
Los siguientes comportamientos no se consideran acoso laboral:
● Juguetear y bromear entre compañeros, supervisores o jefes con el consentimiento de cada uno.
● El trabajo asignado por un jefe o supervisor.
● Las diferencias de opinión con un jefe, supervisor o compañero de trabajo.
● Revisiones o evaluaciones apropiadas de desempeño.
● La retroalimentación justificada respecto al desempeño en el trabajo.
● Ser disciplinado conforme a las normas de la empresa. Es importante diferenciar entre un estilo de dirección enérgico y el acoso laboral. Un directivo enérgico suele utilizar comentarios objetivos y retroalimentación constructiva para motivar a los empleados a lograr resultados o sacar adelante proyectos.
Por otro lado, el hostigamiento es un comportamiento reiterado que hiere, humilla, intimida, ofende o degrada a una persona.
Consecuencias del acoso laboral
Los acosadores que son quienes ejercen la violencia pueden ser compañeros de trabajo (superiores o subordinados), que interactúan directamente con la persona y acaban dañándola de forma significativa, al grado de que presente problemas psicológicos serios como: ansiedad, depresión, estrés, frustración, impotencia, fatiga, disminución de la autoestima, aislamiento, desmotivación laboral, insomnio, pérdida o deterioro de las relaciones interpersonales, enfermedades físicas, hábitos adictivos, perturbación en el ejercicio de sus labores e incluso de su reputación. Este comportamiento puede afectar a empleados de cualquier tipo de empresa y cuanto más persiste, peor es el malestar que genera. En el fenómeno de acoso laboral se violan algunos derechos humanos, como es el derecho a la integridad física, psicológica y moral; el libre desarrollo de la personalidad, el acceso a una vida libre de violencia, el derecho a un trato digno y a un medio ambiente laboral sano con condiciones justas de trabajo.
Alternativas al acoso laboral
Algunas cosas que puedes hacer para recuperarte y afrontar el acoso laboral son:
● Reunir evidencias (vídeos, correos, mensajes, oficios o instrucciones de trabajo por escrito, testimonios de compañeros, constancias médicas y/o psicológicas públicas, etc.), podrían ser útiles si en algún momento te ves obligado a tomar acciones legales, como hacer una denuncia de hechos o una queja ante una autoridad o instancia administrativa.
● Hablar con alguien de autoridad en el trabajo sobre la situación de acoso que estás viviendo.
● Recurrir o haz una red de apoyo para acabar con el aislamiento y recibir buenos consejos o palabras de aliento.
● Hacer conductas de autocuidado, como seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio físico o cualquier actividad que disfrutes.
● Centrarte en mejorar tu autoestima a través de realizar nuevos retos y cosas de tu interés.
Las intervenciones en materia de salud mental deben formar parte de una estrategia integrada de salud y bienestar que abarque la prevención, la detección temprana y el apoyo. Los servicios y los profesionales de la salud ocupacional pueden ayudar a las organizaciones a aplicar estas intervenciones.